¿Te ha sucedido que intentas destapar algún recipiente y se te dificulta? ¿Intentas sostener una taza llena de café y sientes que no puedes? ¿Por alguna razón sientes entumecimiento, cosquilleo o ardor en las manos y en los dedos? Si la respuesta fue afirmativa a estas preguntas entonces posiblemente estés padeciendo del síndrome del túnel carpiano.
El síndrome del túnel carpiano es una condición que se
presenta cuando el nervio mediano (uno de los nervios principales que inerva la
mano) es pinchado o comprimido en la zona de la muñeca. El nervio mediano tiene
su origen en la región del cuello junto a otras raíces nerviosas. Este nervio
se extiende a lo largo del brazo pasando por el área de la muñeca a través del
túnel carpiano y luego hacia el interior de la mano. Es responsable de
proporcionar el control de la musculatura alrededor de la base del dedo pulgar.
Además, es responsable de proveer sensibilidad y movimiento a los primeros
cuatro dedos de la mano (pulgar, índice, medio y anular).
El túnel carpiano es un conducto estrecho en la región
de la muñeca formado por los huesos de la base de la mano (carpianos) y el
ligamento transverso del carpo. Esta estructura contiene y protege el nervio
mediano y los tendones que permiten la flexión de la muñeca.
Cualquier causa que reduzca el espacio del túnel carpiano o que aumente la presión del mismo dará inicio a esta patología. El túnel carpiano no tiene la capacidad de estirarse y ampliar su tamaño por lo que sus límites son rígidos. Es por eso que existe una gran variedad de factores de riesgo:
- El
uso repetitivo de la mano y la muñeca durante tiempo prolongado. Esto afecta
los tendones flexores de la muñeca produciendo inflamación y eventual presión
sobre el nervio mediano. Mayormente visto en trabajos de oficina (uso frecuente
de la computadora y el “mouse”), personal de limpieza y mantenimiento, sastres,
cocineros (uso frecuente del cuchillo), músicos (mayormente pianistas),
“gamers” (uso excesivo de los ordenadores y el “mouse”) y empleados de
construcción (mayormente por el uso frecuente de herramientas vibratorias).
- El
componente hereditario. En términos anatómicos hay personas en los que el
espacio del túnel carpiano es más pequeño que en otras. Esto cambia el espacio
disponible para el nervio. De hecho, este tipo de afección es más común en
mujeres pues anatómicamente se ha encontrado que la región del túnel carpiano
es más pequeño en estas.
- Traumatismos
que produzcan fracturas o dislocaciones de la muñeca y el desarrollo de una osteoartritis
avanzada que provoque la deformación de los huesos podrían alterar el espacio
del túnel carpiano.
- Condición inflamatoria autoinmune como la artritis reumatoide puede provocar expansión sinovial, laxitud de ligamentos (aflojamiento) y erosión de los huesos en la articulación de la muñeca aumentando la presión intracarpal y afectando el nervio mediano.
- La
retención de líquido en el cuerpo a consecuencia de la obesidad, el embarazo,
la menopausia, insuficiencia renal y cardiaca, hipotiroidismo o el uso de
ciertos medicamentos (anticonceptivos orales, antiinflamatorios o para la
presión elevada). La retención de líquido inflama los tejidos ejerciendo
presión sobre el nervio periferal mediano.
- La
diabetes podría aumentar la producción de colágeno en los tejidos conectivos y
en consecuencia, el engrosamiento y la rigidez de los flexores de la muñeca
comprimiendo el nervio mediano. Niveles de azúcar descontrolados (neuropatía
diabética) podrían aumentar la susceptibilidad del nervio mediano a cualquier
daño compresivo.
- En
el ambiente deportivo es más común verlo en ciclistas debido a la presión
mantenida de la muñeca sobre el manubrio. También es común en deportes de
raqueta y el golf por la presión sobre el mango de los implementos y los
movimientos repetitivos de la muñeca. Jugadores de balonmano, gimnastas y
practicantes de halterofilia pueden desarrollar la condición debido al sobreuso
de los flexores de la muñeca durante la ejecución de las diferentes destrezas
deportivas.
El síndrome del túnel carpiano comienza de forma lenta
e intermitente. Los síntomas tienden a predominar en las mañanas al despertar y
en las noches (en ocasiones pueden despertar a la persona). La condición se
manifiesta con entumecimiento, hormigueo, dolor y ardor en la muñeca y en la
mano (primeros cuatro dedos). Sin embargo, sacudir las manos durante los síntomas puede ayudar a aliviar las molestias. Pueden también experimentarse sensaciones
similares a espasmos. En ocasiones los síntomas pueden extenderse hacia el
antebrazo y hombro (no así los síntomas de hormigueo). Normalmente ocurre en una de las manos (mayormente la dominante), pero puede ocurrir en ambas. Una vez los síntomas
progresan se puede notar pérdida de sensibilidad y debilidad y torpeza en la
mano dificultando así los movimientos de esta.
Esta patología es un proceso gradual el cual empeorará
con el pasar del tiempo de no ser diagnosticado y tratado. Con un tratamiento
temprano es posible detener o demorar su evolución. La manera de diagnosticar
esta condición es primeramente a través de un buen historial médico y examen
físico. Es también recomendable realizar estudios electrofisiológicos (estudios
de conducción nerviosa o electromiografía (EMG)) para conocer que tan bien está
funcionando el nervio mediano y determinar si hay mucha presión sobre el mismo.
Estudios de radiografía, ecografía o resonancia magnética (MRI) pueden ser
útiles para descubrir o descartar alguna otra condición no sospechada,
visualizar la región comprimida del nervio o medir el tamaño del canal.
Inicialmente se debe descartar que esta condición sea
producto de otra patología tratable que esté produciendo inflamación en la
región (condición autoinmune, condición sistémica, problemas hormonales, uso de
ciertos medicamentos, entre otras). Tratando las mismas seguramente desaparecerán
los síntomas.
Tratamiento conservativo a través de la modificación
de actividades manuales que provocan la compresión del nervio y el uso de
adaptaciones ergonómicas (teclados especiales, soportes de muñeca, buen diseño
de herramientas) en los entornos de trabajo debe ser la primera línea de
ataque. Otra adaptación es la utilización de soporte ortopédico (férulas)
durante la noche. Esto con el propósito de mantener la muñeca en posición
neutra ya que muchas personas duermen flexionando las mismas provocando un
aumento en la presión sobre el nervio mediano.
En el aspecto deportivo, la preparación de un
entrenamiento con cargas de trabajo y descansos adecuados evitará el sobreuso
de la región de la muñeca. Es importante evaluar la ejecución de las técnicas
deportivas específicas pues errores en estas podrían sobrecargar los músculos
flexores de la muñeca. Es esencial utilizar los implementos adecuados de
acuerdo al deporte, especialidad y evento para un funcionamiento óptimo de la
muñeca.
La realización de ejercicios de fortalecimiento y
estiramiento de los músculos del antebrazo y la mano ayudarán a evitar el
desarrollo o recurrencias futuras de esta condición. Esta rutina evitará sobrecargas
y desbalances musculares que pueden contribuir al inicio de esta afección y
permitirán liberar parte de la tensión acumulada en la región de la muñeca
sobre el túnel carpiano. Los ejercicios ayudarán a reducir los síntomas y
mejorar el movimiento. Ejercicios de movilización neural permitirán que el
nervio se mueva con más libertad ayudando a aliviar los síntomas y mejorar su
funcionalidad.
Suplementación nutricional a través de la ingesta de
Complejo Vitamina B servirá como analgésico contra los dolores neuropáticos. Siempre es
importante una adecuada ingesta de agua para mantener un buen funcionamiento de
las células regenerativas y acelerar así el proceso de recuperación.
Los ajustes quiroprácticos en la muñeca servirán para aliviar la presión del nervio mediano comprimido en el túnel carpiano. Además, ayudará a aumentar el rango de movimiento de la muñeca mejorando su funcionalidad. Es posible que ajustes quiroprácticos en las regiones del hombro y codo también funcionen si el nervio está siendo comprimido en esas zonas (recordemos que el nervio mediano se origina en la región del cuello y se extiende a lo largo de todo el brazo).
La ejecución de un programa de rehabilitación física será
esencial para ayudar a aliviar los síntomas de dolor y reducir la inflamación.
También controlará y suavizará la formación de adhesiones que en muchas
ocasiones contribuyen al entrampamiento del nervio. Este proceso promoverá una
óptima regeneración de las estructuras envueltas y fortalecerá las mismas para
evitar futuras recurrencias.
Es importante no ignorar el comienzo de esta condición. Una vez esta avanza y existe pérdida grave de sensibilidad o pérdida de músculo (atrofia) alrededor de la base del dedo pulgar, la recuperación será más lenta. En caso de que el tratamiento conservativo no funcione o que esta afección lleve muchos años sin atenderse, la recuperación total quizá sea imposible y la cirugía podría ser una realidad.
Por: Dr. José Antonio Maíz Dedós, DC, MED, CKTP
Quiropráctica y Medicina Deportiva
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